protección



El rocío las pone jugosas a tus pies. No necesitas otro estandarte que los colores y las fragancias que te ofrezcan los ribazos. No hables de ti con ellas. Te conocen y se despliegan para hacer más grato tu caminar. A pesar de la aparente fragilidad serán tu escudo. Ten siempre en tus sentidos el impacto de su belleza.