cuentas albas



Uno, dos, tres, cuatro...uno, dos, tres, cuatro...uno, dos, tres, cuatro...te acercas al ramillete y cuentas. Los pétalos laten. Vibran delicadamente en torno al pistilo. Contienes la voz para escuchar su aleteo. Agudizas el olfato que te arrastre al interior de la planta. Sujetas los dedos para que el tacto sean tus ojos. Permaneces a la espera de los nuevos brotes. Deseas ver saltar un corazón más en cada flor. Uno, dos, tres, cuatro...Has dejado el zurrón y el cayado de lado. Te admiras de la corona creciente, repartiendo ósculos al sol.