puñado de memorias




Puñado de flechas. Tantas cuantas vidas extraviadas en las callejuelas inexpugnables. La planta no deja de crecer. Diverge sobre sí misma. Se expande hacia todos los puntos cardinales. Guardiana que certifica la desaparición de los aventureros. Cada vez que entra uno de ellos, fructifica una de sus hojas. Su dimensión hace sombra al laberinto. Sabe que nadie que llega hasta allí se limita a pasar por la puerta. El laberinto empezó cuando cada viajero se puso en marcha. Puñado testigo. Nadie ha vuelto jamás para contar cómo es la ciudad donde no es posible que un hombre pueda detenerse, salvo que muera. Puñado de memorias.