Soportes de subsistencia. Agua y música. Alimento y defensa. Construcción y territorio. Efímeros, pero con ellos muchos caminantes sobrevivieron. Al hambre y a las fieras. Al frío y a los hombres. Señales de supervivencia. Con estos elementos sencillos y no tan perecederos los viajeros se detuvieron en un recodo. Observaron la calidad del ámbito que ofrecía el terreno. Contemplaron desde un alto o desde una zona pantanosa el paisaje idóneo y se dijeron: aquí nos quedamos. Construyeron chozas y fijaron sus pies. Luego buscaron en su entorno con una referencia radial. Su hábitat fue su eje. Siempre acogieron a otros viajeros que deseaban buscar otro lugar. Muchos de ellos volvieron al camino.